P. Juan Jose Zambrano. sdb

  e-mail: jjzambrano@sdbcob.org

 

 

MENSAJE DEL PADRE DIRECTOR

Un saludo cordial a toda la comunidad educativo pastoral, quiero en este mensaje centrarme en un aspecto fundamental de la manera de educar salesianamente: el sistema preventivo.

Hablar del sistema preventivo es, pues, hablar de Don Bosco en el oratorio. Éste constituye una práctica del amor pastoral, que incluía como elemento esencial el clima de familia donde se vivenciaba el amor, con la plena convicción, de su poder transformador. La vida familiar del oratorio lo convierte así en un lugar apropiado para que el fenómeno del amor acontezca con gran fuerza: de un lado, permite describir la capacidad de amor que hay en los jóvenes, pero también, por otro lado, esta capacidad de amar permite hacerlos conscientes de que pueden recibir el amor dado por Dios. Así ha quedado consignado en las Memorias del Oratorio, que son la memoria de esta experiencia espiritual:

 A través de la “evocación” de esta experiencia vivida, describe don Bosco lo que entiende por “dirección espiritual” (…) Así, una vez más, constatamos cómo más allá del simple dato biográfico, él busca trazar criterios y principios pedagógicos y pastorales, no en forma teórica, sino práctica. Esta característica hace decir a Pedro Braido que las Memorias del Oratorio, antes de ser una recopilación de datos del pasado, son unas “Memorias del futuro”, o para el futuro: o sea un programa de vida y de acción, sobre el que deberán volver siempre, en busca de inspiración y de coherencia carismática, los continuadores de su Obra y de su Sistema. Entonces, “la parábola y el mensaje se sobreponen a la historia”. De esta manera, esta obra literaria de don Bosco, llega tal vez a ser “el documento más lleno de contenidos y orientaciones de su Sistema Preventivo”; un manual de pedagogía y de espiritualidad narradas en un clima oratoriano. Efectivamente, “oratorianos” son: las relaciones informales y festivas entre el educador y el educando” (Peraza, 2011, p. 56).

 Hay que resaltar el espíritu de familia como principio de la experiencia pastoral, que se convierte en una mediación para que acontezca el fenómeno del amor:

  “si le hubiesen pedido una breve descripción de la tarea de educador, Don Bosco la hubiera comparado con la tarea de unos buenos padres cristianos con respecto a la educación de sus hijos, dado que, en el nivel de pensamiento y práctica basaba su método educativo en una relación afectiva entre educador y discípulo…. Las palabras claves de su método eran cercanía, cariño y confianza. Familiaridad para Don Bosco significaba relacionarse como en una familia y trabajar y vivir juntos de la misma manera. El resultado es el espíritu de familia” (Lenti, 2011, p. 80).

Que en este año en donde el mensaje del Rector Mayor en el aguinaldo se centra en la familia, todos busquemos aportar para revitalizar el sentido de familia y aportemos para vivir el sentido cristiano de familia.Ju

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